1 de octubre de 2009

Reflejos en la ventana

(Desde dentro)

Me paro junto a mi ventana, la ventana por la que miro hacia el mundo que pasa tan aprisa y preocupado siempre. A un mundo al que se le están olvidando sus principios, su esencia y su alma. Veo a la gente pasar agachando sus miradas con miedo a ver a los ojos de otras personas. ¿Por qué? ¿Acaso van escondiendo sus miradas? ¿No quieren ser reconocidos? ¿Cada quien es autor de un crimen que le da vergüenza admitir?

(Desde fuera)

Tengo miedo. A veces quisiera que fuera el mismo miedo inocente y limpio que tenía cuando mi padre me platicaba de El Señor del Saco o el Coco. Pero no. Es un miedo ácido que carcome mis entrañas por el miedo y los nervios que siente al pisar tan sólo la banqueta de mi casa. El mundo se cierne sobre mis hombros con una lujuriosa mirada de maldad. ¿Habré cometido tantos pecados en el pasado?

(Desde dentro)

Todos cometemos errores. Es aceptable, es humano. Nos han dado tan poco tiempo de vida en la Tierra que el instinto nos lleva a acelerar nuestra vida hasta el mismo cansancio, hasta el hartazgo de sí misma. Sí, todos nos equivocamos y nos seguiremos equivocando porque somos humanos.

(Desde fuera)

“Perdón” son las seis letras hechas acto que me gustaría poder pronunciar. Una disculpa a aquel que por mis acciones ha perdido un pedazo de su corazón y ha llorado noches y ríos de pena y dolor.

(Desde dentro)

Y, sin embargo, quien se debe perdonar primero es uno.

(Desde fuera)

Pero me siento tan vacío, tan podrido y corrupto por el mundo que se me hace difícil merecer su perdón. No, no les dañé porque los odiara sino porque no he aprendido a dejar de doler por mí mismo.

(Desde dentro)

Suspiro mientras los veo caminar. Tantos problemas que la vida les ha dado y han renegado en resolver.

(Desde fuera)

Andaré sufriendo estas penas…

(Desde dentro)

…hasta que dejen de temer el vivir sin dolor por la terca idea de doler para merecer vivir.

0 comentarios: