Cuestión de integridad

INTEGRIDAD: Vida en concordancia con nuestro estado de conciencia más elevado. La integridad personal requiere valor.
En una sociedad donde se pierden los valores y crece la desconfianza, la integridad es un desafío impresionante en los negocios, la familia, el estado y la Sociedad en general.

Hace no mucho, me di cuenta que una amistad del pasado ha cambiado radicalmente; pero no cambió para bien ni cambió por alguna razón justificable. Vendió su carácter por la moneda más barata y vil en el mercado: la apariencia física. Por alguna razón, la gente se ha hecho a la idea de que si se ve uno de tal forma, debe de juntarse/comportarse de tal forma. No cumplir con esta norma podría llevarlo a uno a la marginación social.

Por ejemplo, algunos de los hombres que van al gimnasio, hago hincapié en algunos. Al principio, son jóvenes que desean mejorar su condición física y/o apariencia. Válido. Lo que no considero justo es que muchos de ellos se olvidan de sus ‘antiguos’ amigos e, inclusive, dejan de tratarlos de la misma manera porque no se ven como ellos o ni les interesa estarse ejercitando en el gimnasio.

Un ejemplo más son aquellos que empiezan a tener algún grado de éxito profesional. No sé si es que pierden piso o, simplemente, se les olvida que algún día les invitaste una soda o les diste un aventón a su casa. No se acuerdan que fue uno el que los llevó hasta esa importante entrevista de trabajo que los llevó hasta donde ahora están. Repentinamente, uno es inferior y un imbécil por no ser 'tan grande' como él.

Otro ejemplo que he experimentado por mí mismo, mujeres que bajan de peso. Igual que en el ejemplo de los hombres que van al gimnasio, aclaro que esto le sucede sólo a algunas y que siento respeto y admiración por aquellas que logran mantener su integridad personal intacta y conservan su congruencia. Las hay quienes al obtener una figura esbelta empiezan a enseñar carne de más o a comportarse de manera provocativa y frecuentar esos lugares que uno conoce son para ligar. Pasan de ser chavas de corazones bonitos  a mujeres de fiestas y borracheras.

En lo personal me da tristeza, pues ya he perdido gente así. Amigos y amigas que cambian su manera de ser y pensar, sólo porque ahora con su físico tienen “acceso” a nuevas personas de estratos sociales más elevados. En pocas palabras, sienten que dieron el paso de ser nacos a fresas. ¿Nacos? ¡Fresas? ¡Háganme el favor!