La Ventana Sucia

"¿Qué? ¿'La Ventana Sucia'?"

Cuando elegí ese nombre como título de mi blog, mis allegados no lograron captar al principio lo que quería decir o el por qué de ese título. Después de todo, ni es un título bonito ni es llamativo. ¿Quién podría querer ver una Ventana Sucia?

Pero no es la ventana en sí lo que se expone aquí, sino la acción de ver a través de ella. "Todo depende del cristal con que se mira." Y si ves a través de la Ventana Sucia, ¿qué es lo que ves? ¿Cómo se ve el mundo exterior? Torcido y distorsionado, seguramente; puede que pienses que la ventana te estorba para ver con claridad pero vas aprendiendo a ver entre la suciedad para encontrar la verdad. La ventana se convierte en reflejo del mundo exterior; el mundo donde tienes que luchar y buscar arduamente para encontrar lo claro y verdadero.

La ventana se convierte, con el tiempo, en el lugar para meditar por excelencia. Te puedes sentar a lado de ella y ver a través hacia el mundo exterior, libre de toda inclemencia del exterior. Te acostumbras, también, a ver las cosas pasar e irse de tus ojos. Te acostumbras a despedirte en silencio de las cosas que creíste estarían ahí siempre.

Principalmente, te acostumbras a ver todo con un ojo crítico; dispuesto a señalar a través de la ventana y de juzgar enérgicamente tras la seguridad de esa ventana. Quizás no sea la forma más correcta de hacerlo, quizás no sea lo mejor que alguien puede hacer de su ventana; pero, con todo lo que los jueces de ventana han visto, lo que han perdido y lo que han aprendido, algo de razón deben de tener.

Así que, aunque tarde tal vez, los invito a que se sienten junto a esta ventana y miren a través de ella, a que se reflejen en ella.