10 de marzo de 2010

Desde las entrañas de la guerra

Cada vez que enciendo la televisión, me da miedo que de repente aparezca un absurdo mensaje del Partido Acción Nacional diciéndome que la guerra contra el crimen organizado la estamos ganando gracias al esfuerzo que el (des)gobierno federal está realizando al mandar a las tropas de soldados y marinos a distintas ciudades. Me da más miedo que al finalizar dicho anuncio aparezca Marianita diciéndome que “¡Así, sí gana la gente!” como producto de la cruza de dos perros de distintas razas. No afirmo que una raza sea mejor que otra, sólo son perros y ya.

Pero en ciudades como la mía, no tenemos el ánimo para andar gastando nuestro miedo y nuestro hígado en las mentiras del aparato gubernamental proselitista y sus azules marionetas; mucho menos en los chuchos amarillos entregados al reparto de más votos por medio de una sucia y animalesca alianza con sus contrarios de ideología. A ellos les reservamos nuestro asco.

En ciudades como la mía, salimos a la calle con la esperanza de que en nuestro trayecto no nos encontremos con algún grupo de delincuentes armados preparándose a lanzar un ataque contra los militares u otro grupo delictivo; salimos a la calle esperando que cualquier enfrentamiento armado suceda lejos de nosotros o de nuestras familias. No nos queda más que esperar que alguna bala perdida se quede lejos de nuestras casas mientras dormimos y que, por Dios, una granada no aterrice al lado de algún tanque de gas. Vivimos en terror, vivimos en zozobra; nos alimentamos de odio y repulsión por todos los beligerantes de esta insensata y mal planeada guerra.

Mientras vemos a la marioneta de Calderón mintiendo sobre la existencia del pacto firmado con el PRI, la falta de dignidad del PRD y los tricolores que se guardan tras la “institucionalidad”, el pueblo está muriendo baleado por la carencia de programas sociales que ayuden, alternadamente, a combatir el crimen organizado. Ya lo he dicho muchas veces, el fracaso de esta guerra está en su carencia de planeación y de consideración sobre el alcance que debería tener.

Esta guerra a domicilio sólo ha provocado que la población sienta un repudio exacerbado hacia todo lo que tenga que ver con el gobierno. Y, ¿cómo no entenderlo? Encima de que por las noches la gente no puede dormir por el ruido de las detonaciones o el miedo a que su hijo/a no regrese de esa fiesta, se gravan más impuestos y se reparten actitudes indignas por televisión. Obviamente, el verdadero responsable descansa en los Pinos mientras las autoridades del nivel municipal y estatal tienen que dar la cara por él.

Independientemente del punto de vista político, la organización de la Federación mantiene al Presidente de la República como jefe de todos los gobernadores así como de los alcaldes; por ende, sus órdenes deben ser cumplidas en su totalidad para que la Nación trabaje como debiera. Pero las decisiones del Ejecutivo federal perjudican a los Ejecutivos de los dos niveles inferiores haciendo que los ciudadanos de los municipios sumergidos en la guerra calderónica sean fuertemente agredidos y desacreditados. No perdamos foco, la responsabilidad directa de esta guerra es del Ejecutivo federal; no del estatal ni del municipal.

Si bien se rumorea fuertemente que las fuerzas policiacas están coludidas con las potencias delictivas, no podemos dejar de lado que algunos de los activos militares también son desertores o doble agentes para percibir la paga que no pueden obtener trabajando de manera honesta. No es válido exigirle al Ejército Nacional lealtad absoluta si los intereses básicos de los soldados no son cubiertos íntegramente; no tienen el sueldo ni la capacitación ni los beneficios que alguien de su noble embestidura debería tener.

Mientras la red de corrupción se teje por encima del pueblo y las calles de mi ciudad se tiñen en rojo, vienen a insistirme con tratos incumplidos y marranas alianzas. ¿No se va a enojar uno con eso?

1 comentarios:

. dijo...

simplemente asi no se pude mas, tan solo en Cd, Juarez, Ch, ya emigraron mas de cien mil familias, no me imagino a reynosa vacia a causa del exodo por buscar salvaguardarnos del narco y del gobierno, dejo saludos!!