8 de diciembre de 2009

Resignando la Aceptación

Asomando la mirada por la pequeña rendija que la cortina deja en la ventana, veo los sueños derramar una lágrima mortal. La lágrima que los espíritus moribundos sin esperanza derraman para despedir la vida con todo el dolor que les merece.

Los sueños, la esperanza y las proyecciones que el hombre abandona en ese cuarto le inundan el alma de la hediondez póstuma. ¿Se resignó a la realidad? ¿O aceptó la realidad? ¿Cuándo? ¿Por qué?

Llega cuando el nivel de valemadrismo le quita presencia en nuestro corazón a todo cuanto nos aflige. "No, ya me vale madre." Es el colmo de la fe, es la muerte de un fragmento de esperanza en la humanidad. Y, vaya que he visto gente que no le tiene fe ni a su sombra por ser de un humano.

Los resignados en la aceptación se cansaron de derramar vida por esas heridas, ya sólo las ven suturar para que las cicatrices los insensibilicen y puedan vivir en normalidad. ¿Qué va a ser de ellos?

Dedicado a los resignados

1 comentarios:

NegaCross dijo...

La resignacion es un estado de muerte, desesperanza, valemadrismo para el alma. Donde la vida tiene tanto valor como un puñado de polvo y arena.

La vida es dificil y dura, pero es peor cuando vives resignado y con dolor