6 de diciembre de 2009

¿Política Opiácea?

“De lo dicho a lo hecho, hay mucho trecho.” –Anónimo

La gente en Tamaulipas lo sabe, lo siente y lo vive: la mayor parte de sus gobernantes sólo están cumpliendo el requisito constitucional de que exista alguien en dichos cargos, pero el verdadero control de cada uno de los municipios del estado está en manos de los cárteles del narcotráfico.

A la ciudadanía no la convencen, no la pueden hacer creer, no se traga ese cuentito de que el gobernador (sea quien sea) ha tomado el control ni que los alcaldes son los verdaderos encargados de la seguridad de los gobernados. Dichos funcionarios se limitan a mejorar las condiciones fundamentales de vida alejándose lo más posible de los negocios sucios de “los de arriba.” Las obras y los resultados son buenos, en efecto; mejoran la infraestructura de las ciudades y los servicios médicos, pero queda el amargo sabor de boca.

Mas no es sólo Tamaulipas el afectado, esta condición está extendida por todo el país. La enclenque institucionalidad en México ha delegado el poder al narco, mercenarios que buscan satisfacer sus “necesidades mercantiles.”

Al tiempo nos hemos dado cuenta que mientras el priísmo mantuvo en su poder la Silla Presidencial, existían acuerdos de convivencia entre el gobierno y los cárteles. Eso permitió que no tropezaran sus campos de acción; además de que mantenía una relativa paz en las calles, pues tanto los gobernantes como los ciudadanos sabían con quién y hasta dónde. Esta práctica se vio truncada al inicio del gobierno del PAN pero no para bien. El primer gobierno azul se encargó de dar caza a todos los cárteles de la droga que estuvieran operando en México, a la vez que liberaban a El Chapo Guzmán para concesionarle los espacios que los otros cárteles iban dejando. No me queda claro. El PAN tenía tanta fe en la privatización, ¿que intentó privatizar el narcotráfico mismo?

Y ahora, con un presidente que tomó como pretexto el desorden que su antecesor dejó para militarizar las calles de México, nos dan advertencias sobre la posibilidad de que en los comicios que se llevarán a cabo en el 2012 serán controlados por las organizaciones del crimen organizado. Se esperaba ese escenario para los comicios que se celebraron este año pero, aparentemente, decidieron mantenerse al margen y permitir que el IFE hiciera su trabajo rumbo al 5 de julio.

El Ejecutivo Federal espera con un aire de decepción que aquellos contra los que tanto luchó en su sexenio, terminen por imponer sus voluntades y necesidades a través de acciones directas contra los actores políticos que vayan contra ellos. Felipe Calderón decidió asimilar la realidad tamaulipeca para sí mismo: el narcotráfico ha penetrado tanto en la política del Estado, que se ha vuelto parte de ella misma.

1 comentarios:

Lord Vyzarro dijo...

totalmente de acuerdo, lo irrisorio e ironico es que ahora fecal se quiere hacer la victima y el puritano al tratar de impedir el "patrocinio" del narco en las siguientes campañas, siendo que el mismo fue impulsado por ellos, pero asi es la politica mi estimado, toda una mafia, dejo saludoss!!!!!