14 de octubre de 2010

Brozo: Twitter, amenazas y libertad de expresión

Al inicio de este mes, me llamó la atención un tweet publicado por Brozo en el que aclaraba las cuentas verdaderas de sus colegas en la mesa de “El Mañanero”. El mensaje no trascendió y pasaron más días. El día 4 de octubre de 2010, Brozo (Víctor Trujillo) emitió un nuevo mensaje pero en un tono más elevado:
La tormenta
Durante la tarde del 4 de octubre y todo el día 5, una multitud de usuarios de Twitter vertieron sus opiniones sobre la advertencia o amenaza que Brozo lanzó a través de la televisión nacional. Parafraseando a Brozo, algunos usuarios dijeron que “si te metes con un tuitero, te metes con todos.” Esta red social se transformó en un mar de opiniones que surgieron en contra y a favor del comunicador.
Sin embargo, la crítica sobre el mensaje del “Payaso Tenebrozo” hizo eco en los medios de circulación nacional y unos tantos comunicadores independientes (como el “podcast” de Noticias Digital) pues, en la mañana del seis de octubre, ocuparon sus encabezados para difundir la noticia sobre las amenazas de Víctor Trujillo a un usuario de Twitter y publicar opiniones negativas al respectivo especulando sobre a qué “recursos de la empresa” iba a utilizar.
Para responder a la polémica, Brozo emitió otro mensaje a través de su programa y lo difundió a través del servicio Twitvid:
La calma
Durante ese día y medio de bombardeo mediático contra Brozo, me dediqué a leer los distintos puntos de vista, positivos y negativos. Algunos comentarios eran muy fuertes y los calificativos para el comunicador de El Mañanero iban desde pendejo hasta “lacayo del canal de las estrellas”. Sobre este incidente informativo, hay algunos puntos que me gustaría compartir.
Los mensajes de Brozo responden a una reacción natural que cualquier persona tendría al ver a uno de sus compañeros de trabajo o amigo atacado sin razón. ¿Quién no usaría un medio de comunicación masiva para amedrentar al atacante? Estoy seguro que la gran mayoría. Sin embargo, debemos admitir que no es la manera en la que una situación así se maneja. Por ejemplo, Carmen Aristegui notificó al aire la existencia de una cuenta de Twitter que aseguraba ser ella siendo que ella ni siquiera tiene una. La aclaración la dio de una manera relajada e, inclusive, leyó con mucho humor algunas de las actualizaciones del usurpador/a. Pero sabemos que el personaje de Víctor Trujillo es mucho más visceral que Carmen Aristegui; por lo tanto, a pesar de lo polémico o políticamente incorrecto, el mensaje va muy de acuerdo con su personalidad.
También hay que señalar la decisión del equipo de El Mañanero de hablar del tema sin la posibilidad de dar lujo de detalles sobre la denuncia realizada y los recursos que se utilizarían, ya que deja un amplio margen para la especulación. Una vez que lo aclaró, resulta bastante lógico que utilice los recursos jurídicos de la empresa puesto que todas las grandes empresas cuentan con un departamento de abogados especializados en derecho corporativo para tratar situaciones así.
Por el otro lado, en cuanto a los puntos de vista lanzados contra el comunicador, habría que pensar que tan analíticos fueron los autores de ellos antes de lanzarlos. Como bien señaló Brozo (y usted puede corroborar en los videos), él no hizo mención alguna a la red social por la que estaba recibiendo ataques su compañera de trabajo. Es decir, el ataque fue totalmente infundado. Lo criticable sobre Brozo en este caso, insisto, es la manera en que dio uso a los micrófonos de su programa para expresarse; de ahí en fuera, no hay pecado cometido.
Digno de mención es el mensaje de Luis Cárdenas (Noticias Digital) en su videocast. Primeramente porque carece del análisis con el que un comunicador debe emitir sus juicios mostrando el carácter sensacionalista del medio digital en el que participa. Contar con webcam y una cuenta en YouTube no es suficiente para lanzar mensajes y calificativos livianamente. Desde hace algún tiempo, he visto a este sujeto rondando por Twitter y varios de los videos que publica y su estilo de dar noticias me parece por demás sensacionalista e irresponsable. Las mismas características fueron exhibidas por el equipo editorial que lanzó la noticia “Brozo amenaza tuitero” sin realizar una investigación a fondo u obtener la perspectiva de los actores de la noticia ya que ellos cuentan con los recursos para hacerlo.
La libertad
Y este artículo sólo toma como ejemplo demostrativo lo sucedido con Brozo sobre la ligereza con la que se ejerce la libertad de expresión en este país. Y es que se tiene la idea de que la libertad de expresión es el pretexto perfecto para poder realizar declaraciones subjetivas de manera irresponsable. Falso. La libertad de expresión debe ser ejercida de una manera responsable, debe de tener contenido rico de carácter intelectual.
Ser periodista, columnista, analista, comunicador es una gran responsabilidad y es con esa misma responsabilidad que todos deben ejercer su libertad de expresión. Quienes se encargan de dar noticias, emitir opiniones y cuenten con un público (cuan grande o pequeño no importa), deben tratar a sus receptores con el respeto intelectual que merecen. En definitiva y sin excusa alguna, no nos merecemos periodismo sensacionalista e irresponsable.

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