9 de agosto de 2010

Sobre no escribir

Alguna vez me dijeron que lo mejor que puedes hacer cuando no sabes qué escribir es escribirlo. ¿Por qué? No lo sé. Supongo que las conexiones neuronales que ocupamos para escribir se estimulan más eficazmente si escribes cualquier cosa que venga de tu mente. También, puede ser que el hecho de empezar a divagar en temas superfluos te lleve a un proceso de deducción que genere ideas y estructuras las cuales se traducirán, al final, en líneas de texto.

Pero hay que admitir que, a veces, los factores alrededor del escritor en cuestión no son inspiradores. ¡Y Dios sabe que hay que tener inspiración para poder escribir! Estoy seguro que usted, amigo/a lector/a, ha pasado por esto alguna vez: Quiere escribir, tiene un tema, está motivado para ello y, de repente, los factores externos le desmotivan; por ende, al traste con lo que quería escribir. Y la frustración es tal que ni sobre el desmotivador quiere escribir.

Otra cosa a reconocer es la capacidad de concentración del escritor. Si le es muy difícil mantener la atención en una sola cosa y tiene el deseo de escribir, le recomiendo cerrar el mensajero instantáneo y su cliente de redes sociales por un momento. Créame, sé lo que les sugiero.

Ahora bien, creo que muchos se preocupan por lo que van a escribir. Que si será buen tema, que cómo lo van a desarrollar. Respecto al tema caben considerar dos puntos: el primero es tener un buen tema pero desarrollarlo pobremente y, el segundo es tener un mal tema pero desarrollarlo magistralmente. Si logra esto último, verá que, a pesar de no ser una buen tema, a la gente le agradará su escrito por la increíble forma en la que lo desarrollo; por otro lado, si desarrolla mal cualquier tema, la gente despreciara su trabajo.

La mejor manera de desarrollar bien un tema es haciendo un borrador sobre el tema y, después, afinarlo. De esa manera, ya tiene algo con qué trabajar hasta que usted se sienta satisfecho con lo que lee. También tenga siempre usted la bondad de escribir desde el corazón y la mente. Permita a sus lectores saber cuál es su verdadera posición respecto a un tema.

Y yo que era el que no tenía qué escribir acabé compartiéndole mis pequeños consejos para escribir. Espero que les sirvan de mucho.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pondré en practica tu consejo. Eso de las distracciones puede ser toda una tortura, la vida misma es una gran distracción :s

Creeme, es malo vivir en casa de Infonavit y frente a un boluevard.

Rogelio Delfín Chávez dijo...

Lo verdaderamente malo es tener guardado el talento en cajitas de zapato para mirarlo como si fuera una chuchería de nostalgía.