El propósito general de las telecomunicaciones ha sido, desde el inicio, el poder interconectar a comunidades enteras a miles de kilómetros de distancia entre ellas. Entre los primeros intentos históricos de concretar una comunicación completamente efectiva entre dos personas tenemos al Usenet y el BBS de la época en la que el ARPANET daba sus primeros pasos. Sin embargo, dichos esfuerzos no cumplieron con todas las expectativas de comunicación que se tenían de ellas y se continuó con el desarrollo de otras plataformas de conexión.
Se llegó a la época de Internet y su mejorado protocolo TCP/IP; además, los nuevos paquetes informáticos permitían hacer un uso extendido del servicio de Internet a manera de que ya era más utilizable para todas las personas. Así llegaron los foros de discusión y las páginas personales al costo de hosting en un servidor que soportara dichas páginas. Paralelamente, los modelos de telecomunicación móvil progresaban y comenzaban a pasar de gigantescos armatostes a dispositivos que cabían en el bolsillo y contenían mejores funciones.
Con la llegada de páginas con servicio de chat como latinchat.com y MSN Chat, se facilitó la conexión entre las personas que se encontraban en puntos distantes del planeta y compartían intereses… o sólo querían pasar un rato divertido con los demás. De manera similar, el protocolo IRC se volvió popular (aunque había sido creado desde 1988) por el uso de canales y el nivel mediano de administración que una persona podía tener del canal. La conexión entre personas permitió la creación de pequeñas comunidades que se comunicaban a través de un canal del IRC e intercambiaban direcciones de correo electrónico. Tras el éxito del IRC, adquirió auge la mensajería instantánea con ICQ, Yahoo! Messenger y MSN Messenger; ya que permitían un mayor nivel de privacidad. La evolución de estas conexiones y comunidades nos lleva nacimiento del primer servicio de red social: Classmates.com
Creo que lo primero que debemos de definir claramente es qué es una red social y por qué se le llama así. La sociedad es una red gigantesca que se teje a través de las relaciones interpersonales (amistad, parentesco, noviazgo, etc.) de los miembros de esta. Es decir, la red social es la estructura que sostiene a la sociedad y absolutamente nadie está fuera de ella. Para analizar una red social, se aplica la Teoría de Grafos declarando que cada individuo es un nodo y las relaciones entre nodos son aristas. Mediante estos análisis, se determina el capital social de algún individuo.
Así es como llegamos a los servicios de redes sociales que hoy en día han adquirido gran auge: Facebook, Twitter, MySpace, Hi5, Bebo, Second Life y una larga lista de etcéteras. Estos servicios han servido como herramientas para mantener vigente la estructura de la red social original pues, por lo general, la mayor parte de las primeras personas con las que un usuario establece conexión son cercanas a él: amigos, hermanos, primos y familiares. Una vez que este usuario se conecta a la red social y establece conexiones con otro, se empieza a relacionar con usuarios terceros que, probablemente, no conoce en persona pero sus amigos sí. El círculo de amigos de un usuario se comienza a extender exponencialmente gracias a estos servicios.
Habiendo dado un repaso al origen de los servicios de redes sociales, cabe analizar el éxito que han tenido dichas herramientas sociales.
Sabemos que el hombre es un animal social y, por ello, requiere mantenerse comunicado constantemente; sin embargo, el sedentarismo y el enclaustramiento al que las personas están sometidas gracias a las comodidades tecnológicas de hoy en día, han abierto el paso a que las relaciones interpersonales estén transformándose día a día.
Uno de los servicios en que más se distinguen estas transformaciones es Facebook. Éste logró acomodarse como el predilecto de muchos jóvenes y no tan jóvenes para mantenerse en contacto con las personas que les importan dada la facilidad de uso y que tenía un nivel de privacidad moderado pues los usuarios debían aceptar la conexión mutua. Una vez establecida la conexión entre usuario A y B, ambos podían ver las conexiones de uno y otro para extender sus conexiones más allá de su círculo inicial de amistades.
Si la memoria no me falla, el atractivo inicial de Facebook era la capacidad de poder etiquetar personas en las fotografías; a manera de que podías saber quiénes estaban en la foto y quiénes eran con exactitud pasando el mouse por arriba de sus rostros (de ahí el nombre Facebook). La integración de otros servicios como iTunes y YouTube hicieron que compartir gustos, preferencias, experiencias y sentimientos adquiriera nuevas dimensiones.
Un factor que ayuda a esto es la comodidad del anonimato y la alimentación de esperanzas. ¿Por qué? Fácil. Si en este momento entro a Second Life y me dirijo a Hyles Swamp, voy a encontrar un sinfín de personas con las cuales relajarme un rato y platicar sobre los estilos de vida en otras partes del mundo. Si ya han jugado Second Life con anterioridad, se darán cuenta que el contar con un avatar moldeado a nuestro gusto nos permite hablar sin pudor con otras personas en el mundo dentro del juego. Aunque, como me han dicho muchos usuarios de este juego, “¡para eso es Second Life!” Y no estoy en desacuerdo, sólo estoy haciendo notar las características de esta red social… además, es un buen ejemplo de lo que pasa en otras redes sociales.
Un detalle interesante a observar entorno a las redes sociales es lo adictivas que resultan ser para la sociedad actual. Muestra de ello es que las redes sociales aumentado su presencia en un 24% respecto al 2009; con su presencia en la red, aumenta el tiempo que los internautas se mantienen navegando en ellas. Esto quiere decir que, en términos globales, los usuarios dedican 1 de cada 4 horas de navegación a las redes sociales: 66% más que el año pasado. La comunidad brasileña es la que más se entrega a éstas actividades de sociedad virtual pues el 86% de los usuarios conectados a la red pasan más de 5 horas en dichos servicios. En Estados Unidos, Inglaterra, España, Italia y Australia, el servicio de red social por excelencia es Facebook; mientras que en países orientales, como Japón, sólo tiene el 3% de las visitas de dicha comunidad.
Resulta impactante saber que, a pesar de ser el más visitado, los usuarios sólo navegan en el dominio de Google por poco más de una hora al día pero Facebook (tercer más visitado) los retiene por seis horas. Me parece relevante el impacto que éstos pueden tener en la sociedad actual por varios factores:
-
Revolución en la forma de comunicarnos. Las redes sociales han logrado su objetivo primordial al permitirle a personas distantes mantenerse en comunicación mediante el uso de las redes sociales. Han logrado no perder el contacto y compartir situaciones y sentimientos en tiempo real.
-
Problemas de privacidad y seguridad. Uno de los aspectos más importantes a considerar en el uso de las redes sociales es la información que circula en ellas, tanto la que damos mediante nuestros perfiles o los comentarios que dejamos a otros usuarios. Prueba de ello, son las exigencias que se le han hecho a Facebook y Google.
-
Cambios desfavorables en las interacciones humanas. Seguramente, han de conocer a alguien que se pasa el día entero pegado al teléfono/PC revisando su e-mail, Facebook o Twitter. El problema con este comportamiento no es el realizarlo sino que se torne en una compulsión. Me percaté de ello cuando me mostraron una imagen que Jaime Camil publicó a través de su cuenta de Twitter en la que él y sus compañeros de trabajo estaban en un restaurante esperando a que les sirvieran mientras cada quien estaba concentrado en su respectivo celular. “Parecemos zombis”, comentó el actor en dicha foto.
Los servicios de redes sociales han coadyuvado en el mantenimiento de la red social superior y han impulsado toda una nueva generación de dispositivos móviles. Sin embargo, es preciso usar responsablemente estas tecnologías para evitar que las repercusiones sociológicas y personales lleguen a ser graves.